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Aphaenogaster iberica Emery, 1908
©Kiko Gómez & Xavier Espadaler |
Longitud total 5,8-7 mm. Especie muy variable, tanto en forma de la cabeza como en la forma y longitud de las espinas propodeales, que van desde curvadas hasta la horizontal (la forma más típica) hasta totalmente rectas continuando el perfil propodeal (como en la cuarta foto). Alas muy cortas, lo que la incapcita para el vuelo. Espinas propodeales muy largas, de longitud similar al pedúnculo del propodeo. Cabeza y mesosoma (excepto el katepisterno) fuertemente estriados, a lo que hay que sumar una fuerte puntuación en toda la cabeza y mesosoma. Peicolo y pospeciolo con las estrias reducidas a la parte posterior del peciolo, y lisos o ligeramente puntuados en sus mayor parte. Perfil del mesosoma típico, con el escudo, escudete y propodeo gibosos, generando un perfil altamente irregular. Dentro de la Península Ibérica, las obreras se separan fácilmente del resto de especies de su grupo en base a la longitud de las espinas propodeales, mucho mas largas y horizontales que en senilis o gemella. La reina podría llegar a confundirse con A. senilis, debido a que ésta también presenta unas alas cortas y espinas propodeales desarrolladas. Sin embargo es fácilmente diferenciable analizando, por ejemplo, la forma y posición relativa de las espinas y el espiráculo propodeal. En iberica las espinas nacen por encima del nivel del espiraculo propodeal y están curvadas hacia la horizontal, con la base fuertemente estriada, mientras que en senilis las espinas nacen al mismo nivel, son más cortas y no están estriadas, sino puntuadas. Otras diferencias claras son el escudete giboso o la superficie dorsal del escudo totalmente estriado, mientras que en senilis presenta una zona central en la parte anterior del pronoto casi lisa y el escudete no es giboso. Los machos son altamente específicos, siendo inconfundibles analizando el perfil del mesosoma.
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