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Género
Messor
©Kiko Gómez & Xavier Espadaler |
Similares a Aphaenogaster, la separación no está clara en las obreras, si bien analizando los machos no cabe error posible. Como ejemplo de la confusión entre estos dos géneros citar la especie A. striativentris, presente en la Península y que presenta una convergencia evolutiva muy clara con las especies del género Messor. En Bolton (1994) ambos géneros se separan en base a las mándíbulas (caracter no válido para el caso citado) y en la presencia o no de un proceso metaesternal. Una discusión acerca de como separar Messor y Aphaenogaster en la casta obrera se encuentra en Tinaut (1990). En ella se propone la longitud relativa del escapo respecto del ancho de la cabeza como indicador (LE/AC*100>128 para Aphaenogaster) en vez del que propone Bolton de Índice cefálico (ancho/longitud cabeza*100>90 para Messor). Sin embargo, en el caso de obreras aisladas ninguno de los dos métodos resulta efectivo al 100%. A pesar de su evidente engorro, hemos preferido la presencia o no del proceso metaesternal para la separación de ambos géneros en las obreras, si bien en la mayoría de los casos un análisis biométrico de la media de la muestra servirá para la separación de los mismos. Siguiendo el criterio de grupos de especies definido en Cagniant & Espadaler (1998) las especies ibero-baleares se pueden agrupar:
Además de estas especies, existen oficialmente otras dos especies citadas:
Se contabilizan más de 100 especies de distribución holártica y tropical. Abundan en las zonas descubiertas como prados, estepas, etc. La región mediterránea es particularmente diversa, con más de 100 especies y subespecies descritas y multitud de problemas taxonómicos que esperan resolución. En la Península Ibérica se distribuyen por la región Mediterránea y por el Oeste hay especies que alcanzan las Rías Bajas gallegas, evitando, en un principio, la zona Cantábrica si bien existen citas aisadas para M. capitatus, la especie que mejor soporta las bajas temperaturas. En cuanto a su distribución, pueden agruparse:
Especies mayoritariamente polimórficas recolectoras de semillas. A menudo se pueden observar hileras de hormigas desde el hormiguero hasta una fuente de semillas, entre las que se incluyen herbáceas, hierbas, arbustos, etc. Las obreras major disponen de grandes cabezas cuadradas armadas con grandes mandíbulas con las que trituran las semillas y cortan las partes sobrantes que quedan esparcidas alrededor de las entradas del nido. Las colonias suelen tener un elevado número de individuos. Dentro de la fauna ibérica se encuentran especies como M. celiae o M. hispanicus que no producen caminos para recolectar, sino que forrajean individualmente, al contrario que la gran mayoría de especies, a las que se puede ver acarreando semillas a lo largo de un "camino" que las lleva del nido a la fuente de alimento. Existen especies como M. pergandei, en los Estados Unidos, que exhiben los dos tipos de forrajeo, por lo que pueden aprovechar tanto los recursos concentrados como los dispersos. En esta hormiga, además, se ha demostrado que aprovechan los recursos explotandolos alternativamente. Así, tras forrajear en una zona determinada, las exploradoras giran cierto ángulo respecto del nido y se dirigen a otra zona diferente, tras agotar esta pasan a otra, y así sucesivamente. Las colonias pueden ser muy numerosas (decenas de miles de individuos) y sus nidos ser extraordinariamente grandes. En M. bouvieri los nidos pueden alcanzar casi el metro de profundidad tres de diámetro. Otras especies como M. barbarus o M. capitatus construyen nidos incluso mayores. El primer intento de sistematizar el género para la fauna paleártica lo realizó Emery en 1908. Ningún trabajo posterior ha intentado ordenar la fauna de la región, si bien existen trabajos parciales que pueden tener interés para el estudio de la fauna peninsular. Por orden cronológico tenemos Santschi (1917), Emery (1922), Santschi (1923), Finzi (1929), Bernard (1955), Bernard (1980) y (muy especialmente) Cagniant&Espadaler (1998), que ayudan a comprender la definición de diferentes especies de la fauna peninsular. En Gómez&Espadaler (2005) se encuentra una clave para la identificación de las reinas del género presentes en la Península Ibérica. Existen claves actualizadas en internet de la región sub-sahariana en Ants of West Africa. Bernard, F. (1955). Fourmis moissonneuses nouvelles ou peu connues des montagnes d'Algérie et révision des Messor du groupe structor (Latr.). Bulletin de la Société d' Histoire naturelle de l' Afrique du Nord, 45: 354-365 Bernard, F. (1980 ("1979")). Messor carthaginensis n. sp., de Tunis, et révision des Messor du groupe barbara (Hym. Formicidae). Bulletin de la Société Entomologique de France, 84: 265-269 Bondroit, J. (1918). Les fourmis de France et de Belgique. Annales de la Société Entomologique de France, 87: 1-174 Cagniant, H.; Espadaler, X. (1998 ("1997")). Le genre Messor au Maroc. Annales de la Société Entomologique de France (N.S.), 33 (4): 419-434 Emery, C. (1908). Beiträge zur Monographie der Formiciden des paläarktischen Faunengebietes. (Hym.) Teil III. Messor, Goniomma, Oxyopomyrmex. Deutsche Entomologische Zeitschrift, 1908: 437-465 Emery, C. (1922). Messor barbarus (L.). Appunti de sinonimia e di sistematica. Bollettino della Società Entomologica Italiana, 54: 92-99 Finzi, B. (1929). Le forme italiane del genere Messor. Bollettino della Società Entomologica Italiana, 61: 75-94 Forel, A. (1892). Quelques fourmis de la faune méditerranéenne. Annales de la Société Entomologique de Belgique, 36: 452-457 Gómez, K.; Espadaler, X. (2005). Description of the queen caste in Messor marocanus Santschi, 1927 (Hymenoptera: Formicidae). Myrmecologische Nachrichten, 7: 25-29 Santschi, F. (1917). Races et variétés nouvelles du Messor barbarus L. Bulletin de la Société d' Histoire naturelle de l' Afrique du Nord, 8: 89-94 Santschi, F. (1923). Messor et autres fourmis paléarctiques. Revue Suisse de Zoologie, 30: 317-336
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